lunes, 13 de febrero de 2012

A veintiún años del IFE

Imponer las reglas en  los procesos electorales por parte de los gobernantes en turno era una práctica  común antes de la creación del Instituto Federal Electoral,  desde el México independiente, la organización de las elecciones era facultad de los alcaldes y gobernadores y  por supuesto  en especial del presidente de la república, quien designaba de manera directa a su sucesor. Lentamente hubo cambios, pues en 1946 se creó la Comisión Federal de Vigilancia Electoral, presidida por el Secretario de Gobernación, sin embargo, esta figura no garantizaba la imparcialidad de los comicios electorales, pues no se puede ser juez y parte cuando se busca la democracia.

 Pasaron largos cinco sexenio  para que se instituyera la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales (LOPPE) esto en 1977, cuya principal aportación fue permitir el ingreso a la vida institucional de fuerzas políticas antes “no tomadas en cuenta” y propiciar su legislación en los órganos legislativos, aquí es donde nace la figura de representación proporcional. La gota que derramó el vaso para que se implementara una reforma constitucional fueron los criticados comicios electorales de 1988 (con la supuesta caída del sistema electoral), por lo cual en 1990 se expidió el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE),  este dio  lugar a la creación del Instituto Federal Electoral como un organismo con personalidad jurídica y patrimonio propios, sin embargo esta autoridad estaba atada a los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Tras 21 años de modificaciones legislativas en la materia, al día de hoy el IFE es un organismo público y autónomo, responsable de la organización de los procesos federales electorales, en los cuales para este 2012 estarán en competencia dos mil 102 cargos de elección popular en 15 elecciones locales (seis gobernadores y 1 jefe de gobierno, 579 diputados locales, 871 ayuntamientos y 16 delegaciones) y tres elecciones federales (presidente de la republica, 500 diputados federales 128 senadores), serán 83.4 millones de mexicanos que se encuentren en condiciones de votar según  el padrón electoral.

Otra de las funciones sumamente importantes que tienen el IFE es la operación del Registro Federal de Electores, el cual brinda atención todos los años sean electorales o no, y que según los datos proporcionados por el propio IFE, es una de las áreas con mayor crecimiento, ya que  el Censo de Población y Vivienda de 1990 constató a 81.2 millones de mexicanos; a la vuelta de 20 años, en 2010, éramos ya 112.3 millones de habitantes. Algo similar, pero multiplicado, ocurrió con los instrumentos registrales del IFE: en 1991 el padrón era integrado por 39.2 millones y en 2010, 82.5 millones de mexicano, esto quiere decir que mientras las población creció en veinte años a una tasa acumulada de 38.3%, el padrón electoral creció 110% en el mismo periodo, una dinámica de crecimiento de acumulación casi tres veces superior a la población. Sobra decir que la expedición de la credencial de votar es gratuita y significa   el documento de identificación más utilizado en nuestro país.

Así pues, a 21 años del nacimiento del Instituto Federal Electoral  muchos cambios para beneficio de la sociedad mexicana se han logrado, faltan más por supuesto, sin embargo como ciudadanos habrá que colaborar también,  el próximo domingo 1 de julio del año 2012, las y los mexicanos tenemos que salir de nuestras casas a votar por la mejor opción, nuestro sufragio debe ser razonado porque el futuro de nuestra nación estará en manos de un solo hombre, habrá que alzar la voz para ser una sociedad civil organizada y propiciar la democracia, no ser como le dijo Rousseau a los ingleses, que “solamente eran libres en el momento de expresar su voto. Al concluir el acto electoral recobraban la esclavitud”.

Lic. Jessica del Muro Mauricio
Alumna de la maestría en Marketing Político
De la Universidad Autónoma de Durango campus Zacatecas

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