lunes, 13 de febrero de 2012

YA VIENE EL 2012

2012 año electoral, una saturación de imágenes nos espera como mexicanos, a los ciudadanos y no ciudadanos nos  llegaran las embestidas iconografías de los candidatos, porque agarran por parejo, ya veremos  las calles tapizadas de panfletos, lonas y de todo tipo de propaganda electoral que muestra imágenes bien diseñadas (en su mayoría,) de los aspirantes a ocupar una diputación federal, una senaduría o la presidencia de la república; y que al final del proceso solo dejan toneladas de basura que tienen que retirar los zacatecanos, porque  ya está demostrado que a los partidos políticos concluyendo la jornada electoral todo les vale.
   Ya recuerdo yo cuando vi la publicidad de Toño Mejía el año pasado quien fue aspirante a la gubernatura del estado, hasta guapo se me hizo en  el gallarte que lo mostraba con un  espeso cabello negro, sin arrugas, con un sombrero como buen charro zacatecano  y con diez años menos,  pero triste realidad al verlo en vivo con sus casi sesenta años, no cabe duda que agarraron una fotografía que fue tomada décadas a tras (supongo) o tenían un muy buen publicista que hizo magia con el photo shop. O que tal a Cuauhtémoc Calderón con 20 kilos menos, un súper cuerpo, con la pose de superman porque “seguro ganamos” dijo en su campaña.
Llegaran  en dos meses más  los tiempos de las promesas, los coros del “Si se puede” como dijo Ricardo Monreal en aquel 1998 o Barack Hussein  Obama  diez años después  con su “Yes we can”; los cantos de las sirenas querrán marear al electorado como en otros años. Y hablando de mareadas,  no entiendo cómo es que los  candidatos que se suponen deben de ser políticos  se avientan discursos tan aburridos y sin ningún toque de retórica. Los aspirantes  en los eventos masivos hablan sin parar, no les interesa el estado de ánimo del público, hablan durante minutos incluso horas, sin tomar en cuenta que las personas solo escuchan con atención los primeros 7 minutos, después se pierden en la marea del bla bla bla. La retórica es un arte utilizado por mucha civilizaciones, la muestra más clara fue en  la antigua Grecia donde educaban a los niños en esta materia para que pudieran hipnotizar con las palabras; varios políticos en la actualidad han sabido utilizar esta herramienta, tal es el caso de Jhon F. Kennedy, Martín Luther King y el más actual Barack Obama.
Si de cualquier manera van a hablar los candidatos en los mítines, reuniones, conferencias o cualquier evento público, se agradece que los discursos estén bien hechos, que el candidato tenga la facilidad de la oratoria y su mensaje sea embellecido con frases llenas de emociones.  Mónica Pérez de las Heras en su libro El Secreto de Obama maneja  claros ejemplos de  los elementos habituales que se emplean en la retórica:
·         Las repeticiones, que son las palabras que se reiteran a lo largo del texto, por ejemplo al principio de varios párrafos, sirven para dar una musicalidad al discurso muy interesante, además de que recalcan ciertos términos y dan consistencia. Ejemplo: Nos encontramos en uno de esos decisivos momentos – el momento en el que nuestra nación está en guerra, nuestra economía atraviesa una situación confusa y la promesa americana ha sido amenazada una vez más.
·         Las contraposiciones: palabras que significan lo contrario se incluyen en la misma oración con el objetivo de reforzar lo que se quiere decir. Ejemplo: en los jóvenes que votaron por primera vez y en aquellos que volvieron a participar después de mucho tiempo.
·         La enumeración: son las palabras separadas por comas que tienen el mismo valor y significado diferentes, dotando de musicalidad el texto. Ejemplo: en cada momento en el que esa promesa estaba en peligro, hombres y mujeres corrientes, estudiantes y soldados, granjeros y profesores, enfermeras y afanadoras, encontraron el coraje para mantenerla viva.
Bueno,  no pretendo con estas líneas dar clases de retórica, primero, porque no soy experta y segundo, porque no es mi intensión, solamente me interesa que  los candidatos preparen mejor el contenido de sus discursos, porque existen personas que razonan su voto y se merecen calidad en la información. 



LIC. JESSICA DEL MURO MAURICIO
ALUMNA DE LA MAESTRÍA EN MARKETING POLÍTICO
DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE DURANGO CAMPUS ZACATECAS

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