La necesidad de cambio que
vive el país por su precaria situación actual en todos
los ordenes, con tendencia al recrudecimiento, a suscitado la manifestación de
un cumulo de opiniones y propuestas en torno a múltiples aspectos entre los que
sobresalen la seguridad, la gobernanza y el modelo de desarrollo.
Un sistema es solidario
cuando, en su funcionamiento normal o en caso de conflicto o crisis, sobrepone
normas principios, valores e intereses comunes o altamente compatibles de sus
componentes a otros intereses particulares o individuales.
Los sistemas políticos son
subsistemas de los sociales, conocemos sus partes componentes: el Estados y sus
gobiernos (divisiones y niveles) ejerciendo su autoridad y poder dentro de una
normatividad, los partidos políticos y los grupos de interés o presión
(empresariales, laborales, profesionales o de la sociedad civil y
organizaciones no gubernamentales). También sabemos su función esencial:
representar y satisfacer las necesidades, demandadas e intereses de sus
componentes, utilizando el poder decisorio para movilizar los recursos
disponibles con el fin de
intentar dicha satisfacción.
Los límites de todo
sistema político dependen de su estabilidad y capacidad para alcanzar, mediante
su funcionamiento, los objetivos que se ha trazado. Poder, liderazgo, control,
burocracia, son categorías relacionadas con el ejercicio del poder, con la
estabilidad y con la capacidad del sistema.
Los partidos son una
comunidad organizada y estructurada de ciudadanos que se propone conquistar y
ejercer el poder. La conformación en los últimos 25 años de un sistema
pluripartidista que prácticamente ha terciarizado su estructura, ha conducido a
alianzas electorales de los partidos mayores PRI-PAN-PRD, con partidos de menor
tamaño e incluso entres si, alianzas que han reforzado la tercerización pero no
han redundado, por su superficial pragmatismo de búsqueda del poder, ni en una
mayor gobernanza sobre todo a nivel federal, ni mucho menos han influido en
mejorar la credibilidad hacia ellos en la percepción ciudadana.
La gobernanza en un
sistema partidista terciarizado
lógicamente depende en alguna medida del acuerdo expreso o tácito de dos
o de los tres partidos mayores. Este acuerdo se facilitara o dificultara en
razón de dos elementos: primero el grado de coincidencia de sus programa de
acción, el cual deriva de sus principios e ideología y, segundo, igualmente el
grado de cultura política dominante en dirigentes y militantes partidistas.
El acuerdo político
requiere información, conocimiento, tolerancia, dialogo, comprensión, y
entendimiento para el consenso, lo cual no surge ni se concreta mediante la
expresión de un deseo, sino que es producto de un proceso formativo de la
personalidad. Este bajo nivel político cultural poco abona a la viabilidad de
optar por gobiernos de coalición y bloquea la posibilidad de establecer la
sobrerrepresentación legislativa del partido mas votado. La realidad vigente es
que el Estado, la Presidencia de la Republica, aun cuenta por sus facultades
constitucionales con una gran capacidad de maniobra para actuar influyendo en
el ritmo y en rumbo del desarrollo económico-social del país.
C.P. YAZMIN BARRÓN ORTIZ
MAESTRANTE DE MARKETING POLÍTICO
No hay comentarios:
Publicar un comentario